
Amenhotep I, segundo gobernante de la XVIII dinastía, gobernó Egipto alrededor del 1525 a.C. y dejó un legado influyente en la administración, arquitectura y expansión territorial. Su tumba, descubierta en 2005 por Zahi Hawass, contiene estatuillas, joyas y utensilios rituales que arrojan luz sobre la vida cotidiana y los ritos funerarios de la élite egipcia. El hallazgo de restos momificados de Amenhotep I y su madre, la reina Ahmose-Nefertari, ha permitido a los expertos reconstruir aspectos desconocidos de sus biografías y creencias religiosas.