
El cáliz utilizado por León XIV en su primera misa es un diseño español fabricado en Madrid entre 1926 y 1936 por la firma Granda, con un valor incalculable y características únicas como delfines de marfil y esmaltes de Germán Gil Losilla. La firma conserva el dibujo del modelo en su archivo y se estima que el valor de fabricación es alto, posiblemente decenas de miles de euros. La copa es de plata dorada y cuenta con piedras preciosas y marfiles.