
La corona de Cristo, originaria de Madagascar, es una planta que simboliza protección, resiliencia y redención. Según el Feng Shui, su energía protectora puede favorecer la armonía y la abundancia si se ubica en el sitio adecuado, específicamente al Sur del hogar, donde puede impulsar el éxito personal y la abundancia. No se recomienda colocarla en dormitorios ni en espacios con poca luz, y es importante evitar ubicarla en zonas de mucho tránsito. La planta puede ayudar a mantener un entorno más pacífico y enfocado, y su energía intensa puede dinamizar ambientes estáticos.