
Investigadores chinos han desarrollado un sistema óptico que utiliza rayos láser infrarrojos para leer caracteres diminutos de 3 milímetros a una distancia de 1,36 kilómetros, utilizando la técnica de interferometría de intensidad activa, lo que supera en 14 veces la capacidad teórica de un solo telescopio. Esta tecnología tiene aplicaciones potenciales en arqueología, monitoreo medioambiental y mantenimiento de infraestructuras. Sin embargo, también plantea preocupaciones sobre la privacidad y el potencial uso para vigilancia masiva. Los investigadores están trabajando en mejorar el sistema y automatizarlo, con el objetivo de crear dispositivos ópticos portátiles que combinen láser con aprendizaje automático.