Las sondas Voyager han estado navegando el espacio interestelar durante más de 47 años, recogiendo datos preciosos sobre el vasto cosmos. Los ingenieros de la NASA tienen que comenzar a desactivar instrumentos científicos en las dos sondas Voyager para mantener activas las dos emblemáticas misiones. Las naves espaciales ahora podrán seguir operando durante un año aproximadamente, antes de que los ingenieros se vean obligados a desactivar otros dos instrumentos. La energía de las Voyagers proviene de la degradación del plutonio que se convierte en electricidad. Cada año, las naves pierden aproximadamente 4 watts de energía.