Las sondas Voyager han estado navegando el espacio interestelar durante más de 47 años, recogiendo datos preciosos sobre el vasto cosmos. Los ingenieros de la NASA tienen que comenzar a desactivar instrumentos científicos en las dos sondas Voyager para mantener activas las dos emblemáticas misiones. La energía de las Voyagers proviene de la degradación del plutonio que se convierte en electricidad. Cada año, las naves pierden aproximadamente 4 watts de energía. Los ingenieros de la NASA desactivaron el experimento del subsistema de rayos cósmicos de la Voyager 1 el 25 de febrero, y el 24 de marzo desactivarán el instrumento de partículas de carga de baja energía a bordo de la Voyager 2. La Voyager 1 sigue teniendo su magnetómetro y subsistema de ondas de plasma, y el próximo año se desactivará su instrumento de partículas con carga de baja energía. La Voyager 2 seguirá recogiendo datos con sus instrumentos de campo magnético y ondas de plasma, y su subsistema de rayos cósmicos se desactivará en 2026.