
A lo largo de la historia, los seres humanos han utilizado a millones de animales como herramientas de guerra, espectáculo y dominación. El Imperio romano sacrificó alrededor de 9.000 animales salvajes en apenas cien días durante las inauguraciones del Coliseo en el año 80 d.C. Durante la Primera Guerra Mundial, más de ocho millones de caballos murieron en el frente europeo. El régimen nazi llevó a cabo una explotación sistemática de los animales, y en la URSS estalinista, los animales se utilizaron en masa para la propaganda del régimen. La experimentación científica con animales alcanzó niveles sin precedentes durante el siglo XX, con millones de animales utilizados en pruebas farmacológicas, militares y psicológicas.