
El 28 de abril, un cero energético desconectó los sistemas eléctricos de España y Portugal del resto de Europa. El informe del Comité de análisis, presentado 49 días después, concluye que no hubo una causa única, sino una cascada de fallos que empujó al sistema más allá de su límite. El documento señala a Red Eléctrica por un control insuficiente. La situación se agravó entre las 12:00 y las 12:30, cuando la red sufrió dos grandes oscilaciones. La primera, a las 12:03, fue un fenómeno anómalo de 0,6 Hz originado dentro de la península. La segunda, a las 12:19, fue una oscilación más común a nivel europeo de 0,2 Hz pero de una amplitud tres veces mayor. El informe identifica tres eventos clave que iniciaron la catástrofe: la desconexión de 355 MW en Granada, 730 MW en Badajoz y 550 MW en Sevilla. El problema de fondo fue una insuficiencia de capacidades de control dinámico de las tensiones. El informe propone reforzar la supervisión, regular el régimen jurídico de las infraestructuras de evacuación y implementar un nuevo servicio que permita a las renovables participar en el control de tensión.