
La movilidad del futuro no será solo eléctrica, la tecnología del hidrógeno emerge como una respuesta a los desafíos energéticos. Los vehículos de hidrógeno utilizan una pila de combustible para generar electricidad, produciendo solo vapor de agua como residuo. La autonomía de los vehículos de hidrógeno es de 500 a 700 km, con un tiempo de recarga de 3 a 5 minutos. En comparación, los vehículos eléctricos tienen una autonomía de 300 a 600 km y un tiempo de recarga de 30 minutos a 8 horas. La infraestructura es un gran reto, con más de 20.000 puntos de recarga eléctrica en España, pero apenas una decena de hidrogeneras. La dependencia de la electricidad es un problema, y el hidrógeno puede producirse a partir de diversas fuentes, incluidas la solar, eólica o biomasa.