
Un estudio científico con 56 participantes y diversos modelos de Apple Watch ha demostrado que el dispositivo es preciso en mediciones como frecuencia cardíaca, ritmo de la marcha y actividad cardíaca, pero falla en la estimación de gasto calórico con errores que pueden superar el 30%. Los modelos más recientes, como el Series 9 y Ultra 2, muestran mejoras en esta área gracias a sensores más avanzados y mejoras de software. El Apple Watch no es un instrumento de salud definitivo, sino un indicativo que debe ser confirmado por profesionales médicos.