
GIGABYTE ha añadido almohadillas térmicas presurizadas a las ranuras M.2 de sus placas base más modernas, como la AOURS Stealh Ice, para mejorar la refrigeración de los SSD en formato M.2, especialmente los PCI-Express 5.0, que alcanzan temperaturas más altas. Estas almohadillas pueden reducir la temperatura de los SSD en hasta 12 grados centígrados, dependiendo de múltiples factores. Esto ayuda a evitar pérdidas de rendimiento y prolongar la vida útil del SSD.