
Brasil tiene 21 millones de toneladas métricas estimadas de tierras raras, lo que lo convierte en el líder indiscutido en la región y un actor clave en la transición energética y el desarrollo de tecnologías verdes. La producción brasileña aún es incipiente, con apenas 80 toneladas extraídas en 2023, pero el potencial es inmenso. Empresas como Minsur ya iniciaron exploraciones y se han destinado USD 170 millones a un nuevo proyecto en Goiás.