
La inteligencia artificial puede ser una herramienta útil para los estudiantes, pero también puede desalientar el aprendizaje. Según Nicholas Carr, cuando una persona usa una máquina para automatizar una tarea, puede mejorar la habilidad, atrofiarla o nunca desarrollarla. Un estudio de la Universidad de Pensilvania en 2024 encontró que el acceso a GPT-4 mejora significativamente el rendimiento, pero al retirar el acceso, los estudiantes rinden peor que aquellos que nunca tuvieron acceso. La IA puede revertir básicos del aprendizaje, como buscar fuentes, hacer una lectura crítica y sintetizar información. Clay Shirky, Vicerrector de IA y Tecnología Educativa en la Universidad de Nueva York, afirma que el verdadero resultado del curso es la experiencia del estudiante. La IA puede ser un arma de doble filo, ya que puede ayudar a los estudiantes a aprender, pero también puede hacer que pierdan la práctica y la habilidad para desempeñar tareas.