
Un ingeniero de software llamado Nick Johnson ha advertido sobre un nuevo fraude de phishing que suplanta a Google, evitando controles de seguridad y utilizando correos electrónicos firmados por la propia compañía. Los ciberdelincuentes registraron un dominio y crearon una cuenta de Google vinculada para conseguir que fuese real, desarrollando una aplicación de Google Oauth para dar acceso a la cuenta. La estafa se detecta por remitentes sospechosos, textos con palabras o letras sin sentido, faltas de ortografía y mezcla de idiomas. Para evitar caer en estos fraudes, es fundamental revisar siempre el origen de los mensajes y no proporcionar información personal sin verificar su autenticidad.