
Bill Gates, fundador de Microsoft, escribió una carta a sus socios Paul Allen y Ric Weiland en noviembre de 1975, después de una noche de fiesta en Harvard, expresando su frustración y preocupación por la gestión de la empresa. En la carta, admitió estar borracho y criticó la falta de control de gastos, la supervisión de empleados y la incapacidad para cobrar royalties de MITS. La carta fue un punto de inflexión revelador que mostró la intensidad y ansiedad de Gates por el éxito de la empresa. Esto ocurrió cuando Gates tenía 19 años y estaba estudiando en Harvard, mientras intentaba gestionar Micro-Soft a distancia. La empresa había despegado, pero con el crecimiento llegaba la complejidad y Gates sentía que las cosas no se estaban gestionando bien.