
Apple vivió una etapa caótica en los años 80 y 90, con Steve Jobs fuera de la compañía. El éxito del Macintosh se diluyó mientras Microsoft y Windows ganaban terreno. Apple intentó reinventar su sistema operativo dos veces, primero con Pink (1988-1992) y luego con Copland (1994-1996), pero ambos proyectos fracasaron. Pink apostaba por una arquitectura orientada a objetos y multitarea, mientras que Copland se centraba en una arquitectura basada en microkernel y una interfaz llamada Platinum. Después de dos intentos fallidos, Apple compró NeXT en 1996 por 429 millones de dólares y utilizó su sistema operativo NeXTSTEP como base para macOS. El nuevo sistema operativo, Mac OS X, se lanzó en 2001 y heredó la robustez de NeXTSTEP, añadiendo compatibilidad con aplicaciones clásicas de Mac.