
Los aires acondicionados portátiles son dispositivos que funcionan como un aire acondicionado fijo, pero sin necesidad de instalación. Ofrecen ventajas como la flexibilidad de uso y movilidad, pero también tienen desventajas como el consumo de espacio, peso, menor eficiencia energética y mayor ruido. Un modelo portátil puede consumir entre 1000 vatios de forma continua para lograr una capacidad de enfriamiento equivalente a un modelo fijo, que consume entre 300 y 700 vatios de forma variable. Los niveles de ruido pueden variar entre 45 y 60 dB, siendo superiores a los 24-25 recomendados para dormir con el aparato encendido por la noche.