
Un trabajador fue despedido por consumir hasta 3 litros de cerveza diarios en su trabajo, pero el Tribunal Superior de Justicia de Murcia decidió que la empresa debe readmitirlo o indemnizarle con 47.028,60 euros, ya que no se demostró que el consumo de alcohol afectara su rendimiento o pusiera en peligro a sus compañeros. El trabajador fue sometido a un seguimiento por un detective privado, que documentó su consumo diario de cerveza, pero no se observó embriaguez ni conductas peligrosas. La sentencia destaca que la empresa no valoró adecuadamente las condiciones climatológicas y culturales de la región, donde es habitual consumir cerveza en momentos de comida y descanso.