
La elección del nombre León XIV por el nuevo papa es una referencia a la encíclica Rerum Novarum de León XIII, que en 1891 abordó las tensiones de la clase obrera en un mundo industrializado y reclamó justicia social. La encíclica prescribía salarios justos y sindicalismo de base católico, y destacó la dignidad humana sobre la opresión. León XIII dejó claro que la defensa de los más pobres y oprimidos debía ser el pilar de la doctrina social de la Iglesia. La elección de León XIV sugiere que la Iglesia debe revisar y renovar su enfoque en la justicia social, siguiendo el legado de León XIII y otros pontífices posteriores, como Juan XXIII y Juan Pablo II.