
Felicity Keepin, una niña de 3 años, murió en Reino Unido cuando una cama elástica sobre la que estaba saltando salió volando con una fuerte ráfaga de viento. La cama, de 3,6 metros, había sido comprada apenas una semana antes del incidente y no estaba anclada al suelo. Un vecino describió haber visto un 'mini tornado' que arrojó la cama elástica por encima de un seto y a un campo cercano. La niña fue trasladada en helicóptero al Hospital Infantil de Bristol, pero falleció. El forense de Gloucestershire, Roland Wooderson, describió lo sucedido como 'la peor pesadilla de cualquier padre' y advirtió a otros padres que deben anclar las camas elásticas similares.