
El apagón del 28 de abril hizo que muchas personas con discapacidad, personas mayores y familias enteras se sintieran indefensas. Sin embargo, la solidaridad improvisada y la buena voluntad del pueblo demostraron ser fundamentales en la crisis. La autora propone construir redes informales de ayuda que protejan a las personas con discapacidad, a sus familias y a las personas mayores. La Ley 24/2013 del Sector Eléctrico permite que las compañías distribuidoras eléctricas registren un hogar como punto de prioridad si en él reside una persona que necesita un respirador, una bomba de alimentación o una cama motorizada. La autora destaca la importancia de la interdependencia y la inteligencia comunitaria en la construcción de estas redes de apoyo.