
Miguel desapareció de su casa en Granada en 1994 y se le declaró fallecido después de diez años sin señales de vida. Sin embargo, sus hijas descubrieron que él estaba vivo y se encontraba en un campo de naranjos en Quart de Poblet, Valencia, cuando la DANA lo arrasó. El último movimiento bancario de Miguel fue en 1980 y no tenía historia clínica. Fue encontrado con huellas dactilares y se identificó como el hombre que había estado desaparecido durante años.