
Un coche embistió a una multitud en Mannheim, Alemania, dejando al menos dos muertos y 25 heridos. El conductor, un alemán de 40 años, fue detenido. La Policía acordonó el lugar y pidió a la población que no compartiera imágenes del suceso. El coche estaba registrado en Ludwishafen y el conductor estaba armado al ser detenido. La LKA se hizo cargo de la investigación. El canciller alemán, Olaf Scholz, expresó su condena y solidaridad con las víctimas. El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, también se refirió al incidente.