
El bulo sobre una bomba lapa contra Pedro Sánchez generó polémica y fue difundido sin pruebas concretas por varios medios, incluyendo El Plural y La Sexta. La conversación original entre el exagente Juan Vicente Bonilla fue manipulada para sugerir una amenaza inexistente. La vicepresidenta Montero y los ministros Alegría y López difundieron el bulo, exigiendo el cese de Bonilla. Expertos en comunicación recuerdan que la propagación de bulos afecta la confianza pública y el debate democrático. En Hispanoamérica, las denuncias de magnicidio se relacionan con crisis políticas y sociales de largo plazo, como en Venezuela, Bolivia y Nicaragua, donde Nicolás Maduro, Evo Morales y Daniel Ortega han denunciado supuestos complots y planes de asesinato contra su persona.