
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha lanzado una ofensiva contra los productos relacionados con el tabaco, incluyendo las bolsitas de nicotina. Sin embargo, se han encontrado dos versiones distintas del mismo Real Decreto, uno que prohíbe la venta de bolsas de nicotina con aromas que no sean los del tabaco y otro que suprime esta prohibición. La propuesta inicial ha generado protestas de países como Rumanía e Italia, y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha señalado que no existen datos científicos sólidos para justificar la limitación de las bolsitas a 0,99 mg de nicotina. La ministra podría estar actuando para cultivarse un destino profesional en la Organización Mundial de la Salud (OMS)