
El gobierno chino ha implementado un sistema de censura y vigilancia digital llamado Gran Cortafuegos, que regula la información accesible para los ciudadanos chinos y mantiene al país aislado del resto del mundo en el campo de lo digital. El sistema opera en varios niveles, incluyendo el bloqueo de sitios web extranjeros, el filtrado de palabras clave, la inspección profunda de paquetes y la regulación del contenido doméstico. El gobierno chino también emplea a un ejército de 'comentaristas de los 50 centavos' para manipular la opinión pública. Según un estudio de 2016, el gobierno chino fabricaba cerca de 450 millones de publicaciones en redes sociales al año. El Gran Cortafuegos ha evolucionado con el tiempo, desde simples bloqueos de direcciones web hasta sofisticados mecanismos de inspección de paquetes de datos. Las aplicaciones VPN son una de las herramientas más utilizadas para evadir el Gran Cortafuegos, pero su efectividad es limitada debido a las estrictas medidas de detección y bloqueo implementadas por el gobierno chino.