
La situación en Gaza es dramática, con ayuda humanitaria escasa y bajo control israelí. El representante de Palestina en la ONU, Riyad Mansour, rompió a llorar durante su intervención en el Consejo de Seguridad, denunciando que más de 1.300 niños palestinos han sido asesinados y 4.000 heridos desde que Israel rompió el alto al fuego en marzo. Mansour expresó su indignación y pidió que se haga algo para detener el horror. Mientras tanto, Netanyahu aseguró que Israel ha matado al líder de Hamás, Mohamed Sinwar, y los familiares de los rehenes israelíes piden un acuerdo para liberar a sus seres queridos.