
La Comisión Europea ha presentado un plan de rearme para impulsar el gasto en defensa en la Unión Europea, con un objetivo de 800.000 millones de euros. El plan incluye la flexibilización de las reglas fiscales para permitir a los Estados miembros aumentar su gasto en defensa sin superar el límite del 3% del déficit y el 60% de la deuda respecto al PIB. El plan también incluye la creación de una herramienta de préstamos para financiar la adquisición de sistemas de defensa, con un límite de 150.000 millones de euros. Los préstamos se concederán para la adquisición de sistemas de artillería, defensa aérea y balística, misiles y munición, drones y antidrones, tecnología espacial, movilidad militar, ciberseguridad e inteligencia artificial. La Comisión Europea también ha establecido condiciones para la concesión de los préstamos, como que el 65% de los componentes deben ser de origen europeo. El plan de rearme ha generado debate entre los líderes europeos, con algunos países del este y del norte pidiendo un aumento del gasto en defensa, mientras que otros países del sur prefieren enfocarse en la protección de las fronteras y la lucha contra el cambio climático.