
La reina Victoria se convirtió en la primera emperatriz británica de la India en 1877, después de que el gobierno británico decidiera asumir el control directo de la India en 1858, tras la Masacre de Kanpur y el Motín Indio. La reina nunca visitó la India, pero su nieto Jorge V lo hizo en 1911, durante el Delhi Durbar, donde utilizó la Corona Imperial de la India. La reina Victoria aprendió hindi, se hizo acompañar de ayudantes indios en público y vistió el sari en ocasiones. Su reinado duró 63 años y 261 días, y su título de emperatriz se mantuvo hasta su muerte en 1901. La India era un país diverso, con muchos príncipes y razas diferentes, y la reina Victoria se esforzó por ganar su lealtad y respeto. Sin embargo, el poder británico en la India comenzó a declinar después de la Segunda Guerra Mundial, y el país finalmente se independizó.