
George Santos, un político estadounidense, fue declarado culpable de fraude electrónico y robo de identidad después de inventarse una vida entera y ganar unas elecciones regionales en Nueva York. Santos, de 34 años, se inventó una empresa, alteró su biografía y mintió sobre su situación financiera, origen étnico y antecedentes penales. Trabajó para un fondo de inversión alternativa envuelto en una demanda de la SEC y se libró de ser acusado. Después de ganar las elecciones, fue destituido por el Congreso neoyorquino y se declaró culpable de fraude. La jueza lo condenó a 87 meses de prisión y una multa de 580.000 dólares. Santos había pedido clemencia y argumentó que era víctima de una caza de brujas política.