
James Gunn, director de la nueva película de Superman, tuvo una réplica a tamaño real de Chris Pratt en su oficina, que pesaba 15 kilos y se utilizó para que Nébula pudiese llevar a Star Lord en brazos en la película Guardianes de la Galaxia Vol. 3. La réplica se utilizó para evitar spoilers y Gunn la tuvo en su oficina para ver la reacción de la gente que iba a verle. Chris Pratt bromeó sobre la situación, diciendo que el muñeco tenía la boca abierta y que Gunn dejó que todos tuviesen su oportunidad de reaccionar.