
La industria del cine está experimentando un cambio profundo con la integración de la inteligencia artificial (IA). Asteria Film, fundada por Bryn Mooser y Natasha Lyonne, ha desarrollado un modelo de IA llamado Marey, que se ha entrenado exclusivamente con material licenciado, evitando así problemas legales y éticos. Marey se utiliza para tareas complejas como animar movimientos o generar fondos, sin alterar el estilo visual del artista. Esto permite a los animadores y artistas concentrarse en lo verdaderamente creativo. La clave es mantener al ser humano en el centro del proceso, ya que ninguna máquina puede reemplazar la emoción genuina que transmite una historia bien contada.