
La comunidad china en España se está reinventando debido a la inflación, el aumento de costes de alquiler y suministros, y los cambios en los hábitos de consumo. En los últimos diez años, han reorientado sus negocios hacia actividades del sector servicios, como salones de belleza, tiendas de moda y complementos, comercios tecnológicos, bares de comida española y servicios profesionales. Un 14% de los afiliados extranjeros al RETA son de procedencia china, con 66.515 trabajadores, y más de la mitad de los ciudadanos chinos en edad laboral son emprendedores.