
El Banco Central Europeo (BCE) detectó riesgos que pueden amenazar el rol internacional del euro, como la irrupción de las stablecoins y el aumento de la demanda de oro. El 99% de las monedas estables están vinculadas al dólar, lo que podría insuflar un nuevo impulso a la divisa estadounidense. El BCE considera que la adopción generalizada de monedas estables podría aumentar los riesgos de sustitución monetaria y desestabilizar el sistema. El oro se ha convertido en una amenaza adicional, con los bancos centrales comprando más de 1.000 toneladas de oro en 2024, lo que ha aumentado la proporción del oro en las reservas oficiales totales de divisas al 20%. El BCE considera que el respeto del Estado de derecho es esencial para mantener la confianza mundial en el euro.