
La mina de Serra Verde en Brasil es la única fuera de Asia que produce tierras raras pesadas, pero su producción está comprometida contractualmente con China hasta al menos 2027. La mina recibió una inversión de 150 millones de dólares de empresas estadounidenses y británicas, pero carece de la infraestructura para procesar los minerales. China domina la extracción y procesamiento de tierras raras, y su acuerdo con la mina de Serra Verde le garantiza el control. La situación es un ejemplo de la dependencia de Occidente de China en este sector, y se espera que la producción de la mina sea de apenas unos cientos de toneladas para 2027.