
La final de la UEFA Europa League entre Tottenham y Manchester United ha atraído a miles de aficionados británicos a Bilbao, con estimaciones que varían entre 50.000 y 80.000 personas. Aunque la mayoría ha disfrutado tranquilamente de la ciudad, algunos hooligans han causado escenas de vandalismo, peleas y caos, obligando a movilizar a la Ertzaintza. Los incidentes han ocurrido en Bilbao, San Sebastián y Santander. Los precios del alojamiento han disparado, con algunos hoteles cobrando hasta 20 veces más de lo normal. Un aficionado chipriota pagó 180 euros por una habitación y 315 euros al día siguiente, y planea dormir en la calle el tercer día debido a los altos precios.