
La compañía Wheeler’s Albany Perforated Wrapping Paper patentó el diseño del rollo de papel higiénico en 1891, con el papel saliendo por encima, no por debajo. El inventor, Seth Wheeler, destacó que su sistema era más eficaz y evitaba el desperdicio. La patente de 1891 muestra claramente que la orientación del papel debía ser por encima, lo que cuenta con ventajas prácticas como la facilidad para encontrar el extremo del papel y la menor probabilidad de que entre en contacto con superficies sucias. La polémica sobre la posición del papel higiénico sigue activa, a pesar de la existencia de esta prueba gráfica.