
La Isla de Queimada Grande, ubicada a 30 kilómetros del litoral de São Paulo, es considerada el lugar más letal del mundo debido a la presencia de más de 15.000 serpientes venenosas, incluyendo la especie endémica Bothrops insularis, cuya mordida puede causar la muerte en apenas 30 segundos. La isla tiene una superficie de 430.000 metros cuadrados y está rodeada por el Atlántico. Desde los años 80, ha sido declarada área de interés biológico y serpentológico, y el acceso está restringido a investigadores acreditados.