
Yaxchilán, una ciudad maya fundada hacia el año 310 y abandonada en torno al 810, fue un poderoso centro maya perdido en la selva chiapaneca. Su historia, tallada en piedra, revela un entramado de linajes, rituales y símbolos de poder que mantuvieron su hegemonía regional durante más de cinco siglos. La ciudad se encuentra en una posición geográfica inaccesible, lo que ha permitido la conservación de gran parte de sus estructuras. Los arqueólogos han identificado 42 contextos funerarios, seis de los cuales se atribuyen a la élite gobernante del Clásico Tardío. La ciudad se abandonó poco después del año 810, coincidiendo con el declive generalizado de las grandes urbes de las Tierras Bajas del sur.