
La Escuela de Circo Social de Zaragoza es un proyecto que busca fomentar la inclusión y la comunidad a través del circo. Con 14 años de experiencia, la escuela ofrece clases de acrobacia, trapecio y telas aéreas, entre otras disciplinas. La escuela tiene un enfoque en la confianza, la empatía y el trabajo en equipo, y busca romper estereotipos sobre el circo tradicional. La alumna Bera Martínez Alonso, de 18 años, cuenta cómo el circo social la ha ayudado a superar momentos complicados y a encontrar un sentido de pertenencia. El coordinador y profesor Javier Gracia Crespo destaca la importancia de la escuela en la comunidad y la necesidad de apoyo institucional para seguir adelante. La escuela cuenta con entre 200 y 250 alumnos y alumnas, y ofrece sesiones de circo en familia y convivencias nacionales e internacionales.