
La conquista española en el siglo XVI transformó las estructuras sociales, económicas y lingüísticas de los pueblos originarios. Sin embargo, las lenguas indígenas como el mam, k'iche' y q'anjob'al han sobrevivido y resurgen en ciudades del oeste de Estados Unidos, particularmente en California. Desde 2024, California aplica una ley que obliga a registrar los idiomas preferidos de los migrantes latinoamericanos, lo que incluye lenguas mayas. Jóvenes de origen indígena colaboran en la traducción de textos legales y enseñan mam en centros educativos. La diáspora maya ha creado una red cultural entre aldeas de Guatemala y barrios del norte de California, con un crecimiento que ha transformado la economía de comunidades enteras. La revitalización lingüística se apoya en la oralidad, la escritura ancestral y la tecnología.