
En Viterbo, Italia, se descubrió un túnel subterráneo de más de 2500 años de antigüedad, tallado en roca volcánica, con 3 metros de alto y 2 metros de ancho, que se extiende en dirección sureste hacia Roma, pasando por localidades como Sutri y posiblemente hasta Prima Porta. El túnel muestra múltiples etapas constructivas, con segmentos de ladrillos y arcos, y su función original es desconocida, aunque se barajan hipótesis como vía consular romana oculta, origen etrusco para fines rituales o logísticos, o pasaje secreto en la Edad Media. El descubrimiento es considerado uno de los más impactantes de los últimos años y refuerza el papel de Viterbo como enclave clave de la civilización etrusca y del mundo romano.