
Un estudio de Juan de Lara publicado en 2025 en la revista Annual of the British School at Athens, presenta una reconstrucción en 3D del Partenón que permite explorar cómo la iluminación influía en la experiencia religiosa dentro del templo. El Partenón se concibió como un espacio donde la luz revelaba la presencia de lo sagrado, con una orientación hacia el este que permitía la entrada de luz solar al amanecer. La estatua de Atenea resplandecía en momentos concretos, mediante el reflejo del agua, la luz solar filtrada o una fuente de iluminación artificial controlada. El estudio utiliza una metodología basada en datos y simulaciones físicas, y sigue las pautas de buenas prácticas de la arqueología digital establecidas por la London Charter y los Principios de Sevilla.