
Después de la fumata blanca, el cardenal Protodiácono anuncia la elección del nuevo Papa. El elegido acepta la elección y elige un nombre. Luego, se viste con la sotana y otros símbolos papales en la sacristía de la Capilla Sixtina, conocida como la 'sala de las lágrimas'. El cardenal que preside el cónclave se dirige al nuevo Papa con palabras de felicitación y recordatorio de su responsabilidad. Los cardenales se acercan al nuevo Papa para presentar su respeto y obediencia. Finalmente, el cardenal Protodiácono anuncia la elección del nuevo Papa en el balcón central de San Pedro con la frase 'Habemus Papam'. El nuevo Papa sale al balcón, dirige un mensaje e imparte la bendición Urbi et Orbi.