
Los agotes son un grupo social que ha sufrido discriminación en el norte de España y el suroeste de Francia desde la Edad Media. Se establecieron en la región de los Pirineos occidentales y se les segregó en pequeñas comunidades pobres. Su marginación se construyó a través de prejuicios que los vinculaban con la lepra y supuestas 'impurezas' sociales y raciales. En el siglo XVI, representaban alrededor del 2% de la población local. La exclusión de los agotes se institucionalizó mediante disposiciones legales que les prohibían interactuar con el resto de la población. La carpintería fue una de las pocas actividades a las que se pudieron dedicar. El origen de los agotes sigue siendo un misterio, pero se cree que eran campesinos pobres y jornaleros que fueron marginados por factores económicos y sociales.