
Francisco Ibáñez, creador de Mortadelo y Filemón, abandonó Bruguera en 1985 debido a la presión laboral y la falta de reconocimiento de sus derechos de autor. La editorial había estado utilizando dibujantes secretos para generar más historias sin su permiso. Ibáñez se incorporó a Grijalbo y creó la revista '¡Guai!' y posteriormente 'Yo y Yo', donde publicó a sus personajes sin mencionar sus nombres. En 1987, la Ley 22/1987 sobre la Propiedad Intelectual reconoció los derechos de autor de Ibáñez, pero la revista 'Yo y Yo' cerró después de seis números. Ibáñez fichó por Ediciones B en 1988 y recuperó la autoría completa de los personajes en 1991.