
El historiador Alex Woolf cuestiona la validez del concepto de 'los vikingos' como categoría étnico-cultural totalizante, argumentando que el término originalmente se refería a piratas y no a una identidad colectiva. La Era vikinga, definida entre 793 y 1066, es considerada una invención predominantemente inglesa que no refleja la complejidad de los procesos históricos en Escandinavia. Woolf propone repensar la utilidad histórica del término 'vikingo' y superar un modelo interpretativo simplista que obstaculiza la comprensión de las sociedades escandinavas medievales. La cronología del mundo escandinavo es más diversa, con eventos como la cristianización de Dinamarca y Noruega en el siglo X y la consolidación de monarquías, que son más significativos que la Era vikinga. La diáspora escandinava en el Atlántico y el Báltico también muestra trayectorias profundamente integradas en sus contextos locales, lo que desafía la idea de una identidad vikinga homogénea.