
La Casa Real ha decidido que la infanta Cristina no volverá a presidir actos oficiales, lo que supone su continuación alejada de la vida institucional. Esta decisión se remonta al caso Nóos, que afectó la imagen pública de la monarquía. Aunque han pasado los años y su situación personal ha cambiado, desde la Casa del Rey no se contempla su reincorporación a la agenda oficial. Su hijo, Pablo Urdangarin, ha sido un apoyo constante para ella y ha defendido públicamente a su madre en múltiples ocasiones.