
El reality show Supervivientes conlleva consecuencias significativas para los participantes que deciden abandonar el programa antes de tiempo. Las cláusulas de los contratos incluyen sanciones monetarias que varían según el caché del concursante y las condiciones específicas de su contrato. Por ejemplo, se ha revelado que los participantes anónimos debían abonar 3.000 euros, mientras que los famosos pueden pagar hasta 100.000 euros. Además del coste económico, abandonar Supervivientes puede tener un impacto en la imagen pública y la carrera profesional de los participantes. Algunos concursantes han enfrentado críticas y vetos en la cadena después de abandonar el programa. La participación en Supervivientes también puede tener repercusiones en la salud de los participantes, como la falta de agua potable adecuada que puede provocar problemas físicos.