
El funeral del Papa Francisco tendrá lugar cinco días después de su muerte, con la asistencia de destacados miembros del ámbito social, político y de la realeza, incluyendo a los Reyes, don Felipe y doña Letizia. El protocolo establece que solo se pueden lucir perlas como accesorio, evitando joyas brillantes, de gran tamaño y colores llamativos. El Papa Francisco había dejado escrito en su testamento que quería un funeral marcado por la sencillez. La reina Sofía y Margarita de Dinamarca ya habían seguido este protocolo en el funeral del Papa Juan Pablo II.